La placa es una biopelícula adherente que se desarrolla en los dientes como resultado de las bacterias que viven de manera natural en la boca. Y por muy alarmante que suene, todo el mundo la tiene. Cuando tenga que lidiar con la placa, lo que haga al respecto determinará la salud de sus dientes y encías. Cuando no se trata, la placa dental se convierte en sarro y puede aumentar el riesgo de sufrir caries o enfermedad periodontal.
Cuáles son las causas de la placa dental
Su boca contiene multitud de bacterias que se acumulan en la superficie de los dientes y crean esa película bacteriana que suele surgir en la línea gingival. El desarrollo de la placa es completamente normal y, para la mayoría de los dentistas, es algo que cabe esperar. El problema aparece cuando las bacterias se mezclan con azúcares y producen ácidos. Si ingiere muchos alimentos azucarados o dulces –o que contengan un alto nivel de carbohidratos simples– y deja que estos azúcares se asienten en la superficie de sus dientes las bacterias de su boca se alimentarán de ellos.
Por qué debería preocuparle
Las caries son el primer problema que provoca la acumulación de la placa dental. Los ácidos erosionan el esmalte de sus dientes desembocando en una caries, y si estos ácidos no se eliminan, pueden atravesar la dentina hasta llegar a la pulpa dentaria. El hecho de ignorar esta placa puede ocasionar un absceso dental o una infección bacteriana en el interior del diente, tal y como explica la OMS. Prevenir las caries o el absceso es sencillo, pero para ello hay que eliminar la placa todos los días.
Si no se cepilla los dientes ni usa hilo dental regularmente, la placa puede endurecerse formando sarro –y no es necesario que pase mucho tiempo para que esto ocurra y aunque la placa dental normalmente no se ve, el sarro mancha los dientes si ya que adquiere un color amarillento. Además de ser antiestético, el sarro puede irritar las encías y provocar una gingivitis. Además, es mucho más difícil de eliminar que la placa, puesto que no bastará con el cepillado y el uso de hilo dental. Para retirar cualquier acumulación de sarro será necesario que acuda al dentista.
Tratamiento de la placa dental
No puede evitar que se forme, pero puede adoptar una actitud proactiva para eliminarla y eludir cualquier efecto perjudicial, así como minimizar la aparición del sarro. Cepillarse los dientes dos veces al día con un dentífrico que contenga una fórmula con flúor para fortalecer los dientes y prevenir las caries –así como utilizar hilo dental al menos una vez al día para alcanzar la zona interdental– reducirá la acumulación de la placa antes de que se convierta en sarro y se le vaya de las manos. Del mismo modo, limitar la ingesta de alimentos azucarados también puede ayudarle a tener bajo control las bacterias naturales de la boca.
Asimismo, considere la opción de estimular sus glándulas salivares, puesto que la saliva disipa las bacterias de sus dientes de manera constante a lo largo del día. Enjuagarse la boca con agua después de las comidas puede incrementar la cantidad de saliva en la boca, minimizando así la placa dental a largo plazo. De acuerdo con Saber vivir, se ha demostrado que mascar un chicle sin azúcar después de comer también previene la aparición de caries.
Si le preocupa la acumulación de placa dental o sarro en sus dientes, visitar regularmente a su dentista resulta crucial. El dentista o higienista dental puede raspar el sarro que usted no puede eliminar, así como inspeccionar su boca para ver si existen indicios de caries o de enfermedad periodontal. Puede minimizar el daño producido por la placa desde casa para colaborar con su profesional de la salud dental y contribuir a que su boca esté tan sana como se merece.
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