Tener dientes blancos es evidencia de una buena salud dental. Si bien existen muchas opciones profesionales disponibles para el blanqueamiento dental, también existen varios métodos efectivos que puedes probar desde casa.
Algunos ejemplos: en primer lugar, el cepillado regular y correcto es la base para unos dientes más blancos y una buena higiene bucal. Es necesario cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta de dientes blanqueadora. Asegúrate de dedicar al menos dos minutos a cepillarte y llegar a todas las zonas de tu boca.
También es importante el hilo dental. El uso regular de seda dental es fundamental para eliminar la placa y las partículas de comida entre los dientes. Eliminar estas sustancias ayudará a mantener los dientes más limpios y evitará que se formen manchas. Otro imprescindible es el enjuague bucal. Utilizando también un enjuague bucal blanqueador podrás cuidar tu higiene bucal y conseguir el objetivo de tener dientes blancos.