El blanco natural de los dientes no es perfecto, pero hay una tendencia generalizada a pensar que unos dientes más brillantes, más blancos, etc. podrían mejorar la sonrisa. Es inevitable que nuestros dientes se oscurezcan y amarilleen con la edad, y como resultado de consumir determinados alimentos y bebidas. Pero hay varias formas de eliminar de forma segura el tono amarillo, para conseguir una sonrisa más blanca y radiante.
Blanqueamiento dental en casa
Blanquearse los dientes no implica necesariamente cambiar de hábitos. Basta con sustituir su dentífrico habitual por un dentífrico blanqueador y utilizar un enjuague bucal blanqueador. Se trata de una magnífica forma de iniciar el blanqueamiento gradual de la sonrisa. Si suele mascar chicle después de las comidas, hay algunas marcas de chicle con peróxido, que también favorece el blanqueamiento dental.
Si modificar levemente su rutina diaria no es un problema, puede comprar tiras blanqueadoras en la farmacia local o adquirir un gel blanqueador y cubetas en su dentista. Ambos productos se aplican en los dientes durante varios días por una determinada cantidad de tiempo, tal y como se indica en la etiqueta del paquete.
Blanqueamiento dental profesional
Para someterse a un blanqueamiento más eficaz y rápido, deberá consultar a un dentista, que le ofrecerá tratamientos de blanqueamiento profesional. Los tratamientos de blanqueamiento en la consulta contienen agentes blanqueadores en altas concentraciones que producen resultados mucho más rápidos que las opciones sin receta. De hecho, sus dientes se mostrarán visiblemente más blancos desde la primera visita. Además, disfrutará de la ventaja añadida de contar con un tratamiento supervisado por un profesional dental. Se recomendará un blanqueamiento doméstico adicional con para mejorar la duración de estos tratamientos blanqueadores de profesionales.
Independientemente de la opción que elija, verá que incluso cuando haya alcanzado el blanco deseado, tendrá que seguir realizando retoques.
