Las bacterias bucales pueden causar caries, enfermedad periodontal y otras infecciones bucales frecuentes, tanto en niños como en adultos. Algunas de estas infecciones pueden prevenirse con una buena higiene bucal y muchas de ellas solo duran unos días, especialmente las que son habituales en la infancia. Otras afecciones dentales, sin embargo, son más graves y pueden prolongarse largo tiempo.
1. Caries dental
La caries dental es el resultado principal del deterioro dental y una de las infecciones bucales más comunes. Constituye una de las causas de pérdida de dientes y está causada por bacterias como el Streptococcus mutans.
2. Gingivitis
Las bacterias responsables de la gingivitis —término médico que hace referencia a la enfermedad periodontal temprana— son diversas y, cuando se instalan en los pliegues de las encías (en la línea gingival y debajo de ella), producen toxinas. Las encías reaccionan a estas toxinas con inflamación e hinchazón, razón por la cual pueden sangrar las encías durante el cepillado dental. Entre el 50 y el 90 % de los adultos presenta gingivitis, afección que, si no se trata, se convierte en periodontitis.
3. Periodontitis
Si la gingivitis se extiende por debajo de la línea gingival y afecta al hueso y a los tejidos de soporte, puede convertirse en periodontitis. Se forman bolsas alrededor de los dientes, que dan paso a la inflamación y a la pérdida de hueso. Debido a esta destrucción ósea, pueden perderse los dientes. Entre el 8 y el 10 % de los adultos sufre enfermedad periodontal, la causa más común de pérdida dental. También puede empeorar una afección pulmonar crónica ya presente.
4. Enfermedad de mano, pie y boca
La enfermedad de mano-pie-boca (EMPB) es una de las enfermedades más frecuentes en niños menores de cinco años, generalmente producida por los virus Coxsackie A16 y enterovirus 71, explica la Revista Pediatría Atención Primaria. Tras uno o dos días con dolor de garganta y fiebre, pueden aparecer ampollas algo dolorosas en el interior de las mejillas y en la lengua, así como en las palmas de las manos, las plantas de los pies y los glúteos. Por suerte, la infección suele desaparecer en tres días.
5. Herpangina
La herpangina, relacionada con la enfermedad de mano, pie y boca, infecta con mayor frecuencia a los niños de tres a diez años durante el verano y el otoño. La fiebre, el dolor de garganta y la dificultad para tragar son los primeros síntomas que aparecen, seguidos de pequeñas ampollas en la parte posterior de la boca, que forman grandes úlceras al romperse. Una infección por herpangina suele tardar de tres a cinco días en remitir.
6. Candidiasis bucal
Un crecimiento excesivo del hongo Candida albicans, de origen natural, es la causa de la candidiasis bucal. Los tratamientos médicos como antibióticos, quimioterapia y radiación pueden desencadenar un brote. Se forman placas blancas con aspecto de cuajada sobre la lengua, la cara interna de las mejillas, el paladar y la parte posterior de la boca. La candidiasis bucal es la infección más común en las personas afectadas por el VIH.
7. Aftas
Las aftas son lesiones que se forman en las encías y otros tejidos bucales. Los dentistas las llaman úlceras aftosas y son más frecuentes en niños y adolescentes. La causa de las aftas no está del todo clara, pero el estrés, las hormonas, los problemas inmunitarios, la hipersensibilidad alimentaria y las infecciones relacionadas son posibles desencadenantes. Por lo general, las úlceras sanan en un plazo de 10 a 14 días.
8. Herpes bucal
El herpes bucal es una infección causada por el virus herpes simplex. Según el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), el 67 % de la población está infectada con el virus del herpes simple de tipo 1. La primera infección puede causar síntomas similares a una gripe, generar ampollas y úlceras en las encías y la lengua o no mostrar síntomas en absoluto. Una vez infectado el organismo, el virus está presente de por vida, pero la infección en sí puede permanecer latente con el cuidado adecuado. Los brotes recurrentes suelen ser más leves y duran de una semana a 10 días. Se forman ampollas llenas de líquido alrededor de la boca y, pasados uno o dos días, se rompen y forman costras que no causan más molestias.
Los niños de uno a tres años de edad portadores del virus herpes simplex a veces desarrollan una afección llamada estomatitis herpética, durante la cual se inflaman las encías y manifiestan unas pequeñas ampollas. El niño puede tener fiebre, sentirse irritable y cansarse más fácilmente. Unos días después de aparecer los síntomas en las encías, suelen formarse úlceras alrededor de la boca. Cuando estos síntomas desaparecen, el virus permanece en el cuerpo y el estrés, los traumatismos, la luz solar y el frío pueden hacer que se manifieste de nuevo.
Cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dental con flúor y usar el hilo dental una vez al día ayudan a prevenir la caries dental, la gingivitis y la periodontitis. Una vez instaurada esta rutina, el dentista o médico general puede ayudarle a tratar otras infecciones bucales, según sea necesario.