Las inflamaciones de la boca o los bultos en la línea mandibular pueden indicar diversas afecciones así como manifestar diversos síntomas. Pueden ser benignos o cancerígenos, pueden presentar dolor o no, pueden aumentar lentamente o rápidamente...
Continúe leyendo para descubrir más información acerca de lo que podría indicar un bulto en la línea mandibular y por qué debe acudir a la consulta de su dentista si descubre que tiene uno.
En relación con el diente
Un absceso dental grave puede causarle una inflamación o un bulto en la línea mandibular. Esta afección suele ser dolorosa y de aparición rápida. El bulto puede ser un ganglio linfático que se haya inflamado al reaccionar a la infección o una acumulación de líquidos procedentes de la misma. Normalmente, el diagnóstico es directo puesto que se ha identificado la infección generada en el diente. El dentista puede necesitar realizar una radiografía para analizarla y el tratamiento es o bien la extracción o bien una endodoncia. Puede ser necesario realizar un drenaje en la zona así como el uso de antibióticos.
Sin relación con el diente
Si el dentista no consigue identificar ningún diente que esté causando el bulto en la línea mandibular, será necesario que realice otras pruebas. Esto incluye una examinación de la cabeza, el cuello y la boca en busca de algún indicio de cáncer, así como preguntar a los pacientes acerca de los factores de riesgo que pueda haber en su estilo de vida. El consumo de tabaco o de alcohol, así como la exposición al virus del papiloma humano (VPH) se consideran factores de riesgo del cáncer oral.
Escáner y biopsia
El diagnóstico de un bulto en la línea mandibular también puede requerir la realización de un TAC y una resonancia magnética. Asimismo, puede ser necesario practicar una biopsia para determinar el origen de la inflamación y el tipo de células involucradas.
Diagnóstico potencial
Existen numerosos factores —benignos o neoplásicos— que pueden causar la inflamación. Las causas incluyen, aunque no se limitan a estas opciones, los tumores benignos o malignos de las glándulas salivares, quistes en tejidos blandos no relacionados con el diente, tumores odontogénicos periféricos, enfermedades granulomatosas, síndromes asociados con inflamaciones intraorales y neoplasias cancerígenas o benignas no relacionadas con las glándulas salivares.
Derivación al especialista
Su dentista le remitirá a un cirujano maxilofacial, a un patólogo oral o a un cirujano otorrinolaringólogo. Una vez establecido el diagnóstico, habrá diversos profesionales médicos que se unirán al equipo para combatir el cáncer. El tratamiento para un tumor en la línea de la mandíbula puede variar mucho, desde la observación hasta la terapia contra el cáncer.
Prevención
Para muchas de estas inflamaciones no existe prevención, pero sí que podrá reducir las probabilidades de padecer cáncer oral eliminando de su vida los factores de riesgo del mismo: si es su caso, plantéese dejar de fumar y minimizar su consumo de alcohol. Del mismo modo, debería acudir a su dentista dos veces al año, así como realizarse una prueba de cáncer en la cabeza y el cuello para poder identificar cualquier problema a tiempo.