Seguro que nunca ha pensado que sonreír pudiese ser algo doloroso, pero si padece queilitis angular puede llegar a serlo. Esta inflamación se manifiesta en un principio como una zona seca, roja o agrietada en una o ambas comisuras de la boca. Esta piel sensible puede rasgarse y sangrar si el paciente abre demasiado la boca, lo que puede hacer que el hecho de comer, beber o hablar resulte muy molesto. Existen numerosos factores que pueden provocar esta afección: desde una infección causada por hongos, hasta una deficiencia de vitaminas, e incluso simplemente tener los labios agrietados.
Síntomas de la queilitis angular
La queilitis angular (también conocida como boquera, perleche, estomatitis angular o queilosis) suele surgir cuando las comisuras de la boca permanecen húmedas durante un largo período de tiempo: cuando la saliva se desvanece, aparecen la sequedad y la irritación. Cuando una persona se lame los labios para aliviar la sequedad, la zona de la boca se puede llegar a secar más y agrietarse, permitiendo la entrada de bacterias y causando infecciones. Asimismo, un entorno húmedo permite la proliferación de hongos que puede resultar en una candidiasis, provocando picor y ardor. Las boqueras también pueden presentar un aspecto escamado, de color blanco, hinchado o en forma de ampolla.
Factores de riesgo y causas de la queilitis angular
Esta afección puede afectar a pacientes de todas las edades, desde bebés hasta ancianos, tal y como explica Onmeda. Las personas que presentan un sistema inmunitario debilitado por enfermedades como la diabetes o el VIH, son especialmente vulnerables. La Vanguardia enumera una lista de factores de riesgo, entre los que se incluyen:
- Acumulación de un exceso de saliva en las comisuras de la boca
- Succión del pulgar
- Dientes postizos mal ajustados
- Algunas patologías genéticas, como el síndrome de Down o el síndrome de Sjögren
- Problemas nutricionales, especialmente la falta de vitamina B o de hierro
Tratamiento para la queilitis angular
Dependiendo de cuál sea la causa, su médico o dentista le prescribirá cambios en la dieta, suplementos de vitaminas o antibióticos para tratarla. No se limite a aplicar un bálsamo labial e ignorarla. Su profesional sanitario podrá indicarle si la causa es un hongo, una bacteria u otra afección más seria, como podría ser un trastorno del sistema inmunitario.
Si su boca tiene un contacto regular con objetos no alimenticios (como dentaduras, cigarrillos u ortodoncias) es importante realizar una buena higiene bucal para ayudar a que sus labios y su boca permanezcan limpios y libres de infecciones. Intente mantener la parte inferior del rostro seca y utilizar un bálsamo labial con protección SPF cuando las condiciones meteorológicas sean particularmente frías, secas o soleadas.
Es mejor visitar a un médico o un dentista tan pronto como sea posible para tratar este tipo de infección como es debido. Un tratamiento temprano puede ayudar a eliminar la infección o los síntomas en tan solo unos pocos días, así que no alargue la espera para volver a sonreír.