La mandíbula es el hueso más grande de la cara y el único hueso de su cráneo que puede moverse. Las articulaciones temporomandibulares, situadas por debajo de las orejas a ambos lados de la cabeza, ofrecen un rango de movimiento que le permite hablar, masticar, tragar, bostezar y mover la mandíbula de lado a lado. "Articulación temporomandibular" es un término tan impronunciable que la mayoría de las personas, doctores y dentistas incluidos, se refieren a ella como la ATM.
Debido a la complejidad de la anatomía de la ATM, los trastornos y el dolor son habituales. Veamos de qué se compone esta articulación.
Partes de la ATM
Tal y como se explica en Hospital Odontològic, el maxilar inferior, también conocido como mandíbula, tiene dos extensiones verticales a cada lado, con un cóndilo en la parte superior. El cóndilo puede ser de muchas formas y asimétrico. La ATM se forma en la unión entre los cóndilos y el hueso temporal del cráneo.
Un disco fibroso, llamado disco articular, se sitúa en el espacio entre estos dos huesos y evita que se toquen entre sí. En la zona posterior al disco articular se encuentran la membrana sinovial, el fluido sinovial, los vasos sanguíneos y los nervios, así como el tejido conectivo.
Además, hay tres ligamentos que ayudan a estabilizar la articulación, prevenir la dislocación y soportar el peso del hueso de la mandíbula.
Función única de la anatomía de la ATM
Lo que caracteriza a la ATM con respecto a otras articulaciones del cuerpo es que realiza acciones tanto de deslizamiento como de bisagra. Le permite abrir y cerrar la boca, desplazar la mandíbula hacia delante y hacia atrás y moverla de lado a lado. La articulación permite ejecutar este movimiento, pero son los músculos de la masticación, detallados a continuación, los que llevan a cabo realmente los movimientos.
- Masetero: este músculo de forma cuadrangular es el más poderoso de los cuatro músculos de la masticación. Se compone de dos partes y es responsable de elevar la mandíbula y cerrar la boca.
- Temporal: además de elevar la mandíbula y cerrar la boca, este músculo también la contrae, lo que la dirige hacia atrás.
- Pterigoideo medial: con una forma cuadrangular, este músculo es profundo y superficial a la vez. Al igual que el masetero y el temporal, eleva la mandíbula y cierra la boca.
- Pterigoideo lateral: este músculo en dos partes tiene forma de triángulo y es responsable del deslizamiento maxilar hacia delante y lateral.
El nervio mandibular, una rama del nervio trigémino que se encuentra en el cerebro, inerva a todos estos músculos.
Trastornos de la ATM
Dada la compleja composición de la ATM, en la actualidad, se estima que el 50% de la población sufre de algún trastorno en la articulación temporomandibular (Dentaly) y las mujeres suelen verse más afectadas que los hombres, debido a que la composición del disco articular es diferente en ellas, y también debido a las hormonas femeninas.
Las complicaciones y la incomodidad pueden estar originadas por traumatismos en la mandíbula causados por lesiones, bruxismo, espasmos musculares provocados por el estrés, dientes desalineados o algún tipo de artritis. El origen del problema no siempre está claro, pero muchos de ellos se resuelven solos con poco o ningún tratamiento. Sin embargo, deberá consultar siempre a su dentista cuando note dolor o rigidez en la cara, la mandíbula o el cuello, movimiento limitado o bloqueo de la mandíbula, o un crujido o chasquido dolorosos al abrir o cerrar la boca.
Mantener una ATM sana
Una buena rutina de salud bucodental, que incluye cepillarse dos veces al día con dentífrico y enjuagarse a diario, es la clave para su salud bucodental. Programe exámenes rutinarios para que el dentista pueda revisar sus dientes y su ATM y ver si algo no va bien. Si le rechinan los dientes, le recomendará utilizar un protector bucal.
La complejidad de la anatomía de la ATM puede resultar un poco abrumadora. Pero saber lo básico sobre el funcionamiento de la articulación temporomandibular le ayudará a entender mejor cómo hacer que funcione correctamente durante años.