Unos dientes fuertes son unos dientes sanos. Para conseguirlos, es necesario tanto comer de forma correcta cómo cuidar los dientes adecuadamente. Según la Asociación Dental Americana, las principales razones por las que se desarrollan las caries y la enfermedad periodontal son una mala higiene bucal, fumar o mascar tabaco y tomar ciertos medicamentos que bloquean la absorción del calcio.
Una de las formas más sencillas de garantizar unos dientes fuertes es aplicar buenas prácticas de higiene dental, tales como:
- Cepillarse después de cada comida con un dentífrico fluorado.
- Utilizar hilo dental al menos una vez al día (preferiblemente con mayor frecuencia).
- Escoger alimentos saludables, asegurándose de tomar la cantidad diaria recomendada de calcio.
- Visitar al dentista habitualmente para someterse a revisiones y limpiezas.
- No fumar ni mascar tabaco.
Una buena higiene dental es la base sobre la que se forman unos dientes sanos. No obstante, unos hábitos alimenticios saludables también favorecen la salud dental. El bienestar de los dientes, así como del cuerpo en su conjunto, requiere ingerir alimentos saludables. Comer sano es fundamental para lucir unos dientes sanos y fuertes.
A algunas personas, mantener los dientes sanos les resulta más difícil que a otras. Si toma ciertos medicamentos o sufre alguna enfermedad —por ejemplo, diabetes— tal vez deba prestar una mayor atención a la higiene bucodental y colaborar estrechamente con su dentista para prevenir posibles problemas.
En última instancia, unos dientes fuertes y sanos son el resultado de una higiene bucodental correcta, combinada con una alimentación saludable y visitas periódicas al dentista.