Normalmente, las papilas circunvaladas y foliadas son lo suficientemente grandes como para verlas a simple vista, pero en ocasiones una papila puede agrandarse de un modo atípico debido a una irritación o inflamación. Esta afección recibe el nombre de papilitis lingual transitoria y puede estar causada por una mordida accidental o una irritación provocada por ciertos alimentos o sustancias químicas. Asimismo, también puede producirse por deficiencias nutricionales, el consumo de tabaco o alcohol, la acumulación de placa o el uso de aparatos dentales. Esta afección es temporal y suele desaparecer por su cuenta.
Los bultos en la lengua pueden manifestarse en forma de ampollas, úlceras o protuberancias. Otras causas de estos bultos en la lengua pueden ser las aftas, las infecciones por virus, las deficiencias de vitaminas, las alergias o el cáncer bucal. También se puede formar un bulto en alguna zona del lateral de la lengua que coincida con el hueco que deja la falta de un diente. A pesar de que en la mayoría de los casos la aparición de bultos en la lengua es inofensiva, si se trata de manchas blancas o rojas, heridas o protuberancias duras que se presentan sin razón aparente, estas deben ser examinadas por un profesional de la salud lo antes posible.