¿El agua es perjudicial para los dientes?
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¿El agua es perjudicial para los dientes?

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¿Ha cambiado los refrescos y zumos azucarados por el agua con gas? A medida que se van conociendo mejor los efectos adversos de las bebidas azucaradas (caries y erosión dental), son muchas las personas que optan por el agua con gas y otras bebidas carbonatadas sin azúcar. Aunque en España, según La Vanguardia, el consumo de agua mineral con gas apenas alcanza al 10 % de la población, en los últimos años ha empezado a popularizarse como alternativa a los refrescos.

Normalmente se da por hecho que el agua con gas es una opción sana, pero hay quien sugiere que no es tan buena como parece. ¿Es el agua con gas perjudicial para los dientes? A continuación, exponemos lo que hay que saber acerca de esta bebida.

Los refrescos y los dientes

Los refrescos azucarados tienen consecuencias negativas en la dentadura por partida doble. En primer lugar, están cargados de azúcar, que puede provocar caries, como nos explican desde Mejor con Salud. En segundo lugar, muchas bebidas con gas presentan un mayor nivel de acidez, y los alimentos y bebidas ácidos contribuyen en mayor medida que los no ácidos a la erosión dental.

Debido a los efectos negativos de los refrescos sobre los dientes, se recomienda elegir otras bebidas, como, por ejemplo, el agua sin gas, la leche y el agua con gas no edulcorada.

Efectos del agua con gas en los dientes

Aunque el agua con gas no contiene azúcar, sí es carbonatada, lo cual puede suponer un motivo de preocupación.

Últimamente se están llevando a cabo estudios para examinar la acidez de diversas bebidas, incluida el agua con gas, y medir su pH. Se analizan refrescos azucarados, bebidas deportivas, zumos, tés y aguas con gas.

Los científicos encargados de las investigaciones clasifican la capacidad erosiva de las bebidas en función de su nivel de pH. Las bebidas con un pH inferior a 3,0 se consideran «extremadamente erosivas»; las de pH entre 3,0 y 3,99, «erosivas»; y las de pH superior a 4,0, «mínimamente erosivas». Algunas aguas con gas resultan ser «mínimamente erosivas». Por otra parte, cabe señalar que, como informa La Razón, la mayoría de las bebidas deportivas aumentan el daño dental.

Al evaluar el pH de distintas marcas de agua con gas, se toman medidas a temperatura refrigerada y ambiente, así como en forma carbonatada y descarbonatada. En todas las pruebas, las aguas examinadas arrojan un pH superior a 4,0. El valor del pH tiende a aumentar cuando el agua está a temperatura ambiente y descarbonatada, lo que sugiere que el agua con gas es más erosiva en la forma en la que más se consume (fría y con burbujas).

Así pues, ¿es perjudicial el agua con gas para los dientes? En realidad, es mucho menos erosiva que otras bebidas. Tal vez lo más destacable sea que su efecto sobre el esmalte es comparable al del agua normal sin gas. Para conservar la mejor salud dental posible, se recomienda sustituir las bebidas azucaradas por agua con gas, pero no prescindir del agua mineral habitual.

Otras formas de proteger los dientes

¿Qué más se puede hacer para proteger los dientes de la caries y la erosión del esmalte? Si los dientes son sensibles, existen dentífricos especialmente formulados para fortalecer el esmalte dental, reponer el calcio natural y prevenir la sensibilidad.

El dentista puede ayudarle a proteger los dientes, ya que las revisiones periódicas permiten detectar indicios de caries dental de forma temprana, cuando resulta más sencillo corregirlos o revertirlos.

Abandonar las bebidas azucaradas en favor del agua con gas no edulcorada puede contribuir a la protección dental, pero no es la única opción para conservar una sonrisa lo más saludable posible.

 

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.